"No sabía que sería feliz aprendiendo en un aula de clase", afirma María*, una persona desmovilizada en proceso de reintegración, atendida por la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) en Santander, quien se graduó como técnico en belleza y colorimetría, la ciencia que estudia la medida de los colores, y que en la industria cosmética es útil para el uso en sombras, tintas, polvos y colores para el cabello.
En 2010, tras dejar las armas, comenzó el proceso de reintegración que lidera la ACR. Nunca pensó en estudiar; sin embargo, expresa que se ha sentido muy bien en el proceso de reintegración. "Ya me gradúe como bachiller, luego estudié en el Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA un curso en mercadeo y ventas, y recientemente, me gradúe como técnico en belleza y colorimetría", aseguró.
Entre sonrisas, María cuenta que la belleza no era algo que 100% le gustara, pero al aprender, comenzó el gusto y amor por lo que hacía. Considera que "fue duro, trabajar para pagar sus gastos. Y me siento muy orgullosa, porque gracias a Dios terminé de estudiar y es un gran logro".
María sueña con tener su propio salón de belleza, el cual llamará 'La Fortuna'; mientras tanto, trabaja desde su casa, un lugar muy humilde y con pocos elementos pero que le permite solventar sus gastos.
En el municipio de Sabana de Torres, están activas 19 personas en el proceso de reintegración; las problemáticas sociales y de oportunidad que atraviesa este municipio, hace más complicada la situación para la población en proceso de reintegración, que busca oportunidades y desarrollo social. La ACR hoy tiene más presencia institucional en la zona con el acompañamiento permanente de una profesional reintegradora en el municipio.
Actualmente, en Santander más de 100 personas desmovilizadas en proceso de reintegración han realizado estudios técnicos.
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