Empresarios de la región y de corte nacional se dieron cita para vivir la experiencia de formación de excombatientes en cultivo y producción de cacao en San Vicente de Chucurí.
Agremiaciones chocolateras y cacaoteras del departamento de Santander y empresarios del sector a nivel nacional, llegaron hasta la finca Villa Mónica ubicada en la vereda Mérida en el municipio de San Vicente de Chucuri - Santander, para conocer el entorno productivo que inició desde hace dos meses con personas en proceso de reintegración, dispuestos a capacitarse en técnicas agrícolas para darle un nuevo horizonte a su vida.
Gracias al trabajo articulado entre la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Bank Aus Verantwortunhg (KFW), se realiza la segunda implementación del Modelo de Entornos Productivos (MEP), vinculando a 26 excombatientes a un proceso de tres meses de formación en cultivo y producción de cacao, formación académica y acompañamiento psicosocial.
Andrés Stapper, director general de la ARN, afirma: "Desde la Agencia junto con el sector privado trabajamos en la construcción de este tipo de espacios, como son los entornos productivos, para que las personas en proceso de reintegración desarrollen habilidades y competencias en un oficio y logren emplearse o crear su propio emprendimiento".
Desde hace cuatro años la Agencia y sus aliados estratégicos han implementado el modelo de entonos productivos con éxito en 15 ocasiones en 8 departamentos del país. Las personas convocadas para participar en este entorno productivo de cacao se capacitan bajo la metodología 'Aprender-Haciendo', una formación técnica en el cultivo, la producción y la transformación del cacao.
Una de las empresarias de la región que vivió la experiencia desde el territorio fue María Ballesteros, Gerente de Chocolate Gironés. "Es muy sorprendente ver el proceso de capacitación de las personas del entorno, desde la parte técnica salen muy bien preparados, nos han impresionado con sus nuevos conocimientos, lo más valioso es su historia de vida y todo el aprendizaje de esta experiencia." Manifiesta.
Por su parte Hernán Jiménez, Cofundador Choculat afirma: "Es motivador para nosotros como empresarios respaldar procesos como estos, donde vale la pena construir la paz a través de los negocios, apoyando a estas personas del proceso que quieren aportarle a sus familias un mejor futuro".
El programa está diseñado para desarrollar competencias, habilidades y destrezas que orienten al manejo agronómico del cultivo de cacao con énfasis en 'buenas prácticas agrícolas' que aseguren el incremento de la producción y rentabilidad en el cultivo, así como la generación de competencias en el emprendimiento asociativo.
Andrés Oviedo, participante del programa y futuro 'Operario en labores de campo con énfasis en cultivo y producción de cacao', asegura que esta experiencia le ha dado la oportunidad de cambiar su forma de vida y restaurar errores del pasado. Cuando salga del entorno compartirá sus aprendizajes con la gente que lo rodea, que en su mayoría son campesinos, para que mediante el cultivo de cacao mejoren su calidad de vida.
El desarrollo de proyectos productivos fortalece la formación y sostenibilidad económica de la población desmovilizada, sus comunidades y sus familias, convirtiendo al cacao en un producto que cultiva paz desde el territorio con el apoyo de empresarios, agremiaciones, instituciones públicas y organizaciones internacionales.