La Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) llevó a cabo el acto conmemorativo de reconocimiento de los daños y dignificación del buen nombre a las víctimas de ejecuciones extrajudiciales en Catatumbo, como cierre del proceso restaurativo que se implementa en conjunto con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Víctimas y comparecientes se encontraron a lo largo de una ruta dialógica durante ocho meses en Cúcuta, Ocaña, Norte de Santander, y Aguachica, Cesar, para concretar las acciones restaurativas, como parte del cumplimiento del régimen de condicionalidad ante la JEP.
Este proceso ha posibilitado el encuentro directo entre los responsables de las ejecuciones extrajudiciales en el Catatumbo y los familiares de las víctimas, quienes permitieron estos espacios de diálogo y escucha de las partes, a partir de sus vivencias como un impulso hacia la reconciliación y la construcción de paz.
Lorena Corvera Villamizar, coordinadora de la ARN en Norte de Santander indicó, “nosotros como ARN, buscamos fortalecer la comparecencia de los militares activos y retirados que cometieron crímenes de guerra y lesa humanidad, en el marco de ese proceso están contempladas las acciones restaurativas que tienen un respaldo de la Jurisdicción Especial para la Paz y que buscan promover el diálogo entre las víctimas y comparecientes para la reconciliación y la reconstrucción del tejido social”.
Se escucharon los relatos de los familiares de las víctimas, así como de los comparecientes, honrando la memoria y la dignificación del buen nombre de las víctimas y del territorio. Con expresiones artísticas de danza y teatro, se acompañó el espacio recalcando la búsqueda de verdad y justicia.
Edna Anaya, familiar de una las víctimas, aseguró “mi hermano se llamaba Miguel Ángel Anaya Paba, enfermero de combate de las fuerzas militares y en ese momento, el día que él murió, nos llamaron y nos informaron que había ocurrido un combate y había aparecido muerto. Fuimos a averiguar y no había ningún reporte en el Ejército en Bucaramanga, entonces llegamos a Ocaña, pero pasaron los años y nos enteremos que él había muerto por su propia tropa, lo habían asesinado, porque él no estaba de acuerdo con lo que se estaba haciendo en ese momento”, indicó.
En un segundo momento, se develó la placa conmemorativa instalada en el parque de Tacaloa en el municipio de Ocaña, con el nombre de las 14 víctimas directas, como símbolo de la preservación a la memoria y la vida.
El evento estuvo acompañado por la Misión de Verificación de la Naciones Unidas, la Iglesia Católica, delegados de la Gobernación de Norte de Santander, Alcaldía de Ocaña, Asomunicipios, Colectivo Luis Carlos Pérez, grupos artísticos y medios de comunicación.