Después de varios meses de encuentros y diálogos, firmantes del Acuerdo de Paz, víctimas del conflicto armado y jóvenes de la comuna 13 de Medellín definieron que la esencia de la reconciliación es no olvidar lo que pasó y trabajaron juntos para promocionar y defender la memoria histórica.
A ese punto en común llegaron con la estrategia de Agendas Comunitarias, Diálogos para el Futuro, una iniciativa impulsada por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) que busca, desde un enfoque restaurativo, fortalecer el tejido social, la reconciliación entre las comunidades y la población firmante de paz.
En 2024, en todo el país participaron 14.000 personas en 66 territorios microfocalizados. Uno de ellos la comuna 13, que en el pasado vivió la disputa territorial entre milicias, paramilitares y fuerza pública.
“La paz es una construcción de todos y todas, no solo de los firmantes sino de todo el pueblo. La reincorporación es posible si cada uno aporta a ella. Los firmantes tenemos un reto muy importante y es construir junto a la comunidad, que nosotros no seamos algo aparte. El reto es mitigar la discriminación y las agendas comunitarias permiten hacer cosas en las comunidades”, sostuvo una firmante del Acuerdo de Paz que participó de los diferentes encuentros de la Agenda Comunitaria en la comuna 13.
Durante los círculos restaurativos, que fue la metodología utilizada para guiar estas conversaciones, los participantes definieron que el bien común en este sector de Medellín es la memoria. Por eso priorizaron deferentes acciones para garantizar la transmisión de este conocimiento a las nuevas generaciones, como una garantía fundamental contra el olvido y una apuesta por la no repetición.
Decidieron que los recursos se invirtieran en la realización intervenciones artísticas, pedagógicas y comunicativas en el barrio El Salado, uno de los más afectados por el conflicto armado. Los participantes construyeron murales y crearon el podcast Tejedores de Paz, que recoge testimonios de las personas que vivieron en el barrio durante los peores años, así como de relatos de excombatientes y sus intenciones en la construcción de futuro.
Margarita Restrepo, líder del colectivo Mujeres Caminando por la Verdad, buscadora de su hija Carol Vanessa Restrepo, víctima de desaparición forzada, y reconocida por ser una de las imágenes de la campaña gráfica ‘Las cuchas tienen razón’, fue una de las participantes de los diálogos. Para ella, el único camino posible es buscar la reconciliación con el que fue mi enemigo para un bien común”.
Con este proceso de Agendas Comunitarias se logró que las y los participantes comprendieran que el proceso de reincorporación no solo es una apuesta para que quienes dejan las armas continúen en la vida civil, sino para que sus historias y experiencias contribuyan a construir una ruta para la no repetición del conflicto armado en entornos comunitarios y en los territorios que los acogieron.
Que las y los firmantes de paz aporten al fortalecimiento de las memorias territoriales llena de esperanza, pues ellos como actores del conflicto tiene una vos muy importante que ofrecer, no solo alrededor de su vida en la guerra sino alrededor de lo que fue firmar un acuerdo y construir la paz.
