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Reintegración, el proceso que sigue cambiando vidas a quienes dejan las armas

Reintegración, el proceso que sigue cambiando vidas a quienes dejan las armas

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​Alianzas de la ARN con entidades públicas y privadas han permitido que el 86% de las personas culminadas actualmente estén trabajando: el 38% en su propio emprendimiento, el 29% de manera formal y el 27% en el sector informal.

Bogotá 31/10/2025

Luego de un acompañamiento que dura entre seis y siete años por parte de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), durante este 2025 han culminado su proceso de reintegración de manera individual 417 personas, que participaron en los programas de Reintegración Regular y Reintegración Especial de Justicia y Paz.

Este logro refleja el compromiso y la perseverancia de quienes, tras cumplir los requisitos establecidos, han fortalecido sus capacidades ciudadanas y aportado a la reconstrucción del tejido social en sus comunidades. “La reintegración es un camino de esperanza que demuestra que sí es posible construir una Colombia diferente, desde la legalidad y la convivencia pacífica”, señaló Juan Carlos Colmenares, jefe de la Ruta de Reintegración de la ARN.

Alianzas de la ARN con entidades públicas y privadas han permitido que el 86% de las personas culminadas actualmente estén trabajando: el 38% en su propio emprendimiento, el 29% de manera formal y el 27% en el sector informal. “Aliados como el SENA han sido fundamentales para fortalecer la formación para el trabajo y ampliar las oportunidades de empleabilidad. Además, el apoyo de actores privados que han creído en el proceso ha sido decisivo. La reintegración, sin alternativas económicas sostenibles, difícilmente podría mantenerse en el tiempo”.

Además, las acciones de servicio social han sido una herramienta poderosa para reconstruir la confianza y fortalecer la reconciliación en los territorios. “El servicio social no se limita a entregar una obra física, sino que se construye con las comunidades receptoras como una forma de resarcir el daño causado durante la permanencia en el conflicto armado”.

En el programa de Justicia y Paz, las acciones en las que participan excombatientes de las desmovilizadas Auc, una vez recobran su libertad y se acogen a la Ley 975 de 2005, incluyen componentes restaurativos y de reparación. “Los postulados deben contribuir con la verdad, la reparación y la no repetición, además de realizar acciones directas con las comunidades. Son ejercicios reales de reconciliación y reparación simbólica”.

En Reintegración Regular participan personas que se desmovilizaron voluntariamente de grupos armados ilegales (guerrillas, milicias o autodefensas), sea de manera individual o colectiva, sin estar cobijadas por la Ley de Justicia y Paz.

“Lo importante es poder decirle a la sociedad: entregamos a estas personas fortalecidas en sus capacidades, listas para vivir en la legalidad y aportar a la convivencia. El proceso de reintegración no se limita a un grupo ideológico; recoge tanto a quienes pertenecieron a estructuras de derecha como a quienes abandonaron grupos armados de izquierda”, recalcó Colmenares.​

Las primeras culminaciones se registraron en 2012 y en esa época se evaluaban competencias y habilidades de las personas desmovilizadas. “No se hablaba de un plan de trabajo, sino que las personas ingresaban a la ruta psicosocial y eran valoradas por etapas según avanzaban en su proceso”.


Actualmente, la ruta de reintegración está estructurada en siete dimensiones: salud, personal, educativa, productiva, seguridad, hábitat y familiar; cada una con metas y objetivos definidos, que se acuerdan con cada participante.


Retos de 2026


Para el futuro, la ARN enfrenta nuevos retos derivados de los diálogos de paz en curso. Según Colmenares, uno de los principales desafíos para 2026 será diseñar rutas de reintegración integral para los grupos que están actualmente en negociación con el Gobierno nacional.

“Estamos proyectando una ruta que permita atender a las nuevas poblaciones en proceso de reintegración, como los Comuneros del Sur, garantizando que este acompañamiento mantenga el enfoque diferencial, integral y territorial que ha caracterizado a la ARN”, puntualizó.

Actualmente la ARN atiende en ruta de reintegración a 1.415 personas. Y a 11.080 en el proceso de reincorporación, dirigido a firmantes del Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las Farc. Con la experiencia acumulada desde 2003, cuando se creó con el nombre de Programa de Reincorporación a la Vida Civil, la Agencia se consolida como referente internacional que sirve de modelo de reintegración en otros países en conflicto.

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