"La película fue una enseñanza para no estar en la violencia" fue el comentario de uno de jóvenes que disfrutó la producción colombiana Alias María, del director José Luis Rugeles, en el Teatro Municipal de Envigado (Antioquia).
La jornada, organizada por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); hace parte de la estrategia de construcción de entornos protectores para niños, niñas, adolescentes y jóvenes, 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento'.
La Alcaldía Municipal de Envigado y las juntas de acción comunal de los barrios La Sebastiana y Aguassí también impulsaron la jornada en la que asistieron cerca de 50 niños, niñas, adolescentes y jóvenes entre los 7 y 17 años, quienes reflexionaron, en compañía de padres, amigos y profesionales, sobre la vida de la protagonista que siendo menor de edad, se desenvuelve en las lides del conflicto armado de Colombia.
Al culminar el evento, asistentes expresaron al unísono que "la película fue una enseñanza para no estar en la violencia", otros agregaron que "no deben meterse a la guerra porque saldrían lesionados". Por su parte, Paula Cárdenas, enlace ciudadanía de la ARN, señaló que el interés de la estrategia es "desarrollar actividades diagnósticas y de identificación de sueños, deseos y metas en los niños, talleres lúdico-reflexivos y manuales donde se evidencian los factores de riesgo, su visión de sí mismos, de la familia y de la comunidad, para contribuir al fortalecimiento de la capacidad protectora de las instituciones locales, las comunidades, las familias y de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y así evitar su vinculación a actividades ilegales".
En Envigado, la ARN dirige la estrategia desde noviembre de 2016, que beneficai a cerca de 100 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de los sectores de La Sebastiana y Aguassí, donde se evidencian problemáticas como el consumo y distribución de sustancias psicoactivas y maltrato. En consecuencia, allí es necesario adelantar programas que promuevan y fortalezcan la capacidad protectora de esta población.
La ARN destaca la respuesta y acogida positiva del programa por parte de la población objeto, los líderes comunitarios, las instituciones públicas y privadas, y los organismos internacionales.