Agradecido con las bendiciones que le han llegado tras abandonar el grupo armado, Jhon Garzón, asegura que parte de su éxito es la constancia y dice que no volvería a un grupo armado ni tampoco quiere eso para sus hijos.
Jhon, uno de los empresarios beneficiados con el apoyo de Terpel, Corporación Mundial de la Mujer y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, (ARN), antes Agencia Colombiana para la Reintegración, pasa sus días atendiendo en su taller de mecánica de motos, Crismotos, en honor a un sobrino.
"Yo amo mi negocio y mi profesión", dice Jhon al referirse a su taller, el cual comenzó hace nueve años con ahorros propios y que con el transcurso del tiempo ha logrado fortalecer, hasta el punto de ser hoy un reconocido taller en Yopal.
"En el taller ofrecemos servicio de reparación y mantenimiento de motos; arreglamos el motor, el cilindro, el kit de arrastre, los amortiguadores, tenemos venta de repuestos, lubricantes, compra venta de motos, y también hacemos trabajos de pintura. La constancia ha sido para mí la clave del éxito", dice.
Su proceso de reintegración con la ARN lo terminó en el 2015 tras cumplir con los diferentes componentes de la ruta de reintegración y con el capital semilla que le fue otorgado, ha logrado ser testigo de la prosperidad de su negocio.
Su pasado
Desde muy joven, otra de las aspiraciones de Jhon fue prestar el servicio militar, sin embargo problemas de salud se lo impidieron y motivado por un familiar se unió a las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) donde permaneció dos años.
"La persecución, la zozobra y la muerte es lo peor que se vive al interior de un grupo armado, por eso no quisiera que nadie tuviera que pasar por lo mismo que yo y le digo a los jóvenes que del afán y las carreras no queda nada bueno".
A Jhon le ha gustado desde siempre más el trabajo que el estudio y cuenta que se desempeñó como mesero, vigilante y cobrador de seguros, sin embargo con el apoyo de la ARN se capacitó en varios cursos del SENA, entre ellos mecánica básica y reparación de motores de dos y cuatro tiempos.
Para Jhon ahora lo más importante es su familia y su mayor anhelo es que sus hijos estudien y salgan adelante como personas de bien, indica.