El proceso de reintegración que se adelanta en Colombia servirá para que integrantes de la Asamblea Legislativa Nacional de Tailandia busquen alternativas que terminen el conflicto en su país. Su visita a Bogotá y a Villavicencio se da en el marco de la relación de cooperación técnica Sur-Sur que adelante este país con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
El General Udomchai Thamsarorat, líder del Comité Directivo para las Provincias del Borde Sur en Tailandia y Kraisorn Visitvong, secretario general adjunto del mismo organismo, acompañados de una delegación de ese país, estuvieron en Villavicencio con el apoyo del Banco Mundial, conociendo el proceso de reintegración colombiano.
El líder del Comité Directivo dijo que aunque la situación en ambos países es diferente, el trabajo que adelantan los profesionales reintegradores y la implementación de las ocho dimensiones del proceso de reintegración colombiano (personal, productiva, familiar, habitabilidad, salud, educativa, ciudadanía y seguridad), son ideas prácticas que se podrían aplicar en su país ante un posible acuerdo de paz.
El Banco Mundial y la ARN
El apoyo del Banco Mundial encabezado por Issam Abousleiman, gerente de país para el Banco en Colombia y Marcelo Fabre, especialista en Violencia y Conflicto, permitió el intercambio técnico entre los dos países. Fabre explicó que el Banco Mundial trabaja en más de 150 países del mundo con problemáticas similares a la de Colombia, y dijo que "uno de los objetivos es aprovechar la experiencia de la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), antes Agencia Colombiana para la Reintegración, para que los programas en otros países sean más efectivos y logren una verdadera reintegración de personas".
Experiencia en Villavicencio
Durante la estadía de la delegación tailandesa en la capital del Meta, se logró conocer el funcionamiento del Hogar de Paz, -el primer paso hacia la reintegración- donde dialogaron con personas que se desmovilizaron hace menos de dos mes, de igual manera conversaron con hombres y mujeres que, tras seis o más años, culminaron su proceso de reintegración y hoy tienen un proyecto de vida en el marco de la legalidad.
Asimismo, conocieron detalladamente la estrategia de prevención del reclutamiento 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento'; donde hablaron con niños y niñas que hacen parte del proyecto 'Las Piedras que Hablan', una idea que busca, mediante el arte, alejarlos de círculos de violencia y crear entornos protectores de los derechos de los niños.
Finalmente, visitaron la empresa privada Agua Purita, un ejemplo de responsabilidad social que logra a través del empleo a excombatientes, un impacto social y económico para la región. Allí, Juan Carlos Silva, coordinador de la ARN en Meta y Orinoquía, resaltó la transferencia de buenas prácticas a un país que comparte algunas características con Colombia, y dijo que también se logró "dar a conocer los desafíos que enfrenta una agencia del gobierno en la implementación de una política pública".
Reunión de cierre

La delegación tailandesa en su reunión de cierre con Joshua Mitrotti, director de la ARN; Frank Pearl, quien participó en los diálogos de paz entre el Gobierno y las FARC-EP; Marcelo Fabre, especialista en Violencia y Conflicto para el Banco Mundial, y profesionales del Grupo de Corresponsabilidad de la ARN.
Proveniente de Villavicencio, la comitiva se reunió con el director de la ARN, Joshua Mitrotti, y Frank Pearl, negociador del Gobierno en los diálogos con las FARC-EP, quienes complementaron información y relataron distintas lecciones aprendidas a lo largo de los 14 años que lleva la Política de Reintegración en nuestro país.
A su turno, Frank Pearl detalló todos los componentes de un proceso de paz, enfocado en el que se hizo con las FARC, desde la creación de una agenda conjunta, hasta la parte de la firma, desarme y reintegración. En este último aspecto, se detuvo para explicar la parte humanista del proceso de reintegración.