El excombatiente destinó los recursos que le otorgó la
Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y de ahorros propios como parte de su
renta básica y su trabajo para adquirir la propiedad.
El inmueble, en suelo urbano, es el segundo en el país
que recibe un excombatiente para garantizar una reincorporación exitosa a
través de la implementación de la política de Paz con Legalidad del presidente
Iván Duque.
Los sueños sí se cumplen. De esto puede
dar fe Samuel Ospina, quien a sus 68 años se convirtió en el primer
excombatiente del proceso de reincorporación en tener vivienda propia en el Eje
Cafetero.
Este sueño hecho
realidad se logró gracias a los recursos que Samuel recibió del Gobierno Nacional,
a través de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), y que
destinó para comprar su vivienda en Pereira (Risaralda). También con ahorros
propios como parte de la renta básica y de su trabajo como constructor.
“De esta forma, el
Gobierno Nacional avanza en facilitar una solución de vivienda para los
excombatientes y garantizar una reincorporación exitosa, a través de la
implementación de la política de Paz con Legalidad del presidente Iván Duque.
Avanzamos con nuestro compromiso de cumplir sueños como los de don Samuel y
facilitar el acceso a la oferta pública para los demás excombatientes”, indicó
Andrés Felipe Stapper Segrera, director general de la ARN.
Samuel es el
segundo excombatiente del proceso de reincorporación en el país en adquirir
casa propia en suelo urbano. La primera persona en cumplir este sueño fue una
mujer en Florencia (Caquetá). Su proceso con el acompañamiento de la ARN
comenzó en marzo del 2020 y se consolidó el 26 de mayo de este año cuando le
desembolsaron sus recursos como parte del capital semilla que reciben los
excombatientes para un proyecto productivo, vivienda o educación.
“La paz es con
hechos. Les reiteramos a las personas que hacen su tránsito a la legalidad el
compromiso del Gobierno Nacional de gestionar el acceso a vivienda en los
suelos urbano y rural del país ubicados por fuera de los Antiguos Espacios
Territoriales de Capacitación y Reincorporación (AETCR), en los que también se
construirán proyectos para fortalecer el arraigo de los excombatientes”, agregó
Stapper Segrera.
“Querer es poder. Esta
nueva vida significa mucho después de 12 años en el grupo armado y 11 en la
cárcel. Volví a renacer con el apoyo de mi familia y de la ARN que me ha dado
oportunidades para salir adelante”.
Este excombatiente, padre de cuatro
hijos y con talento también para la zapatería y las artesanías, se caracteriza
por su compromiso y disciplina. Una prueba son sus calificaciones del colegio
con un promedio de 4,7 y dos menciones de honor por su rendimiento académico.
“Estudio con pasión
porque tengo claro que la educación transforma vidas y la sociedad. Ahora, en
la virtualidad, los profesores me envían las guías y las resuelvo ligero porque
me gusta ser responsable y ser un referente para los demás compañeros”, concluyó
don Samuel.
Datos de interés
13.087
excombatientes se encuentran en proceso de reincorporación en el país. En el
Eje Cafetero se ubican 196 personas. 93 están en Risaralda, 50 en Caldas,
39 en Quindío, 13 en Bagadó (Chocó) y una en Puerto Salgar (Cundinamarca).
En
el Eje Cafetero, 103 personas cuentan con proyectos productivos desembolsados,
de los cuales 59 corresponden a proyectos individuales y 44 a colectivos.
El
Gobierno Nacional, a través de la ARN, ha invertido $817 millones en proyectos
productivos en el Eje Cafetero.
La
ARN orienta a toda la población para que fortalezca su cultura del ahorro, y
acceda a los beneficios otorgados por el Gobierno Nacional para obtener
vivienda en ciudades y municipios del país.