“No es el pasado, es el sentimiento del presente lo que cuenta”, dijo sonriente y seguro de sus palabras, Aníbal*, al parafrasear la letra de una canción vallenata, explicando la vuelta que le dio la vida, para bien suyo y de quienes lo rodean.
Él es una muestra de lo que la reintegración social, el perdón y la reconciliación pueden lograr, para convivir en paz, ya sea en comunidad o en el hogar, posterior a una decisión errada que lo llevó a vivir años muy difíciles cuando pertenecía a un grupo armado ilegal.
Aníbal es una persona desmovilizada de las extintas Auc, que hoy recibió el certificado de culminación de su Proceso de Reintegración a la vida social y económica, coordinado y certificado por la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR.
Vive en Barranquilla y posee su negocio propio, una tienda de abarrotes, en un populoso barrio de esta capital, a la cual le dedica tiempo, conocimientos y esfuerzo para su desarrollo.
Con el proceso de la ACR, terminó su bachillerato y se graduó en una carrera técnica y con la formación para el trabajo, a través del Sena, se siente un hombre mejor y diferente.
Ante los retos y sueños cumplidos y por alcanzar, Aníbal tiene claro que “para nadie es imposible lograr lo que más de uno de nosotros, como desmovilizados, hemos logrado: compartir con la misma comunidad diciéndoles la verdad y el proceso de reintegración ha demostrado que no soy el tipo de persona que se imaginan sino uno igual a cualquier persona del común”.
En una ceremonia llevada a cabo en el hotel Barranquilla Plaza, la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR, en Atlántico, certificó a 30 personas, en un acto de culminación en el que se les entregó un certificado, luego de verificar, además de su Ruta de Reintegración, su situación legal. Ellos ratificaron su compromiso con la construcción de paz en el país, siendo capaces de dejar las armas, para recuperar sus vidas, al lado de sus familias.
La ACR Atlántico está encargada del seguimiento de la Ruta de Reintegración de 1.378 personas desmovilizadas en Proceso de Reintegración y desde el 2012, sumando el grupo que culminó hoy su proceso, unos 200 hombres y mujeres hoy son personas reintegradas a la vida social y productiva.
Precisamente, el Proceso de Reintegración es una segunda oportunidad que les brinda el Gobierno Colombiano a las personas que se desmovilizan de los grupos armados organizados al margen de la ley y al que se ingresa de manera voluntaria.
En este camino, además de desarrollar habilidades y competencias ciudadanas entre las personas desmovilizadas y sus entornos, se propician espacios para la convivencia y acciones de reconciliación y se fomenta la corresponsabilidad de los actores externos.
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