“Balcones del Río” fue conocida como la finca insignia del poderío del desaparecido Leónidas Vargas, en el Magdalena Medio. Extensas hectáreas de tierras fértiles enmarcaban una casa imponente, de lujosos portones y balcones que dejaban entrever el gusto por admirar los territorios sometidos. Una vez adentro de la construcción, el exceso de opulencia reflejaba los frutos cosechados con miedo y desolación en esta región. La piscina, considerada la más grande de esta cálida tierra caldense era parte de la decoración, y sitio de innumerables encuentros, fiestas y reuniones.
Sin embargo, hoy, “Balcones del Río” es un referente del cambio y la transformación luego que fuera incautada al paramilitarismo, y posteriormente entregada a la Sociedad Agrícola Transformadora de Productores Agropecuarios (SAT), conformada por desplazados, campesinos y 30 personas desmovilizadas en Proceso de Reintegración.
“No ha sido fácil. Para mí han sido cambios impactantes y trascendentales que me han exigido reinventarme una y otra vez. Con la desmovilización y el proceso que inicié con la Agencia Colombiana para la Reintegración empecé a estudiar las posibilidades de obtener el mayor número de beneficios y reunir herramientas para generar ingresos dentro de la legalidad. Fue así como me reuní con 30 personas en la misma situación de desmovilización, y decidimos emprender este negocio”: expresó Jesús Orozco, desmovilizado de las AUC y participante del Proceso de Reintegración de la ACR.
Las extensas tierras que otrora fueran signo de poder, hoy están sembradas en su totalidad con “Heno”, pasto seco que es vendido en varias zonas del país; proyecto productivo respaldado por la ACR y premiado como la “Mejor Microempresa Colombiana” por la Corporación para el Desarrollo de las Microempresas, con el apoyo de Acción Social y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
En el proyecto, personas desmovilizadas en Proceso de Reintegración trabajan con la comunidad como acto de reconciliación, “Hoy no somos 30 desmovilizados, -solo quedamos 18-, pero la unión con campesinos, incluso víctimas del propio conflicto, ha sido clave para enmendar nuestras acciones, ser ejemplo de reconciliación y generar un territorio mejor”, concluyó, Orozco.
Recogiendo frutos
Juan de Jesús Orozco, fue conocido en otros tiempos con el alias de ‘El Zarco’; luego de su desmovilización realizó un juicioso Proceso de reintegración a la vida civil y después de 8 años lidera uno de los proyectos productivos más exitosos de la región que es además ejemplo de reconciliación para el país. “Hoy generamos empleo en la región, somos útiles para nuestras familias y nuestro municipio; el pasado no es tema de orgullo para ninguno de los que hicimos parte de cualquier grupo armado llámese guerrilla o paramilitarismo, pero el presente es motivo para levantar la frente y demostrarle al mundo que nos equivocamos pero enderezamos nuestro camino”.
Con Jesús, trabaja Pedro Romero, oriundo de Caquetá y desplazado por la guerrilla, quien recuerda el temor vivido entre sus vecinos durante la desmovilización y el miedo de la comunidad al convivir con los denominados “ex paras”; sin embargo, expresa "la vida nos dio un giro de 180 grados, y lo que parecía imposible, -asociarse con los antiguos victimarios-, dejó de entenderse así y comenzamos a vernos de igual manera compartiendo el mismo proyecto de vida”.
Al igual que Romero, los habitantes del municipio han conocido y respaldado el Proceso de Reintegración de las personas desmovilizadas y el liderazgo y el ejemplo de la Sociedad Agrícola Transformadora de Productores Agropecuarios (SAT).
Datos de referencia
- Actualmente en el Grupo territorial ACR Alto Magdalena medio 1.197 personas adelantan su proceso de reintegración, 187 corresponden al municipio de La Dorada (Caldas).
- En lo corrido del Proceso de Reintegración en esta región se han desembolsado un total de 120 planes de negocios, de los cuales 47 corresponden al Municipio de La Dorada (Caldas).