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Historias exitosas de Reintegración

A punta de versos, Javier da ejemplo de Reintegración

​Reconocimiento. Javier ha ganado varios concursos y ya cuenta con más de 50 poemas. 

Cali , 02/12/2014

Se llama Javier* y es poeta. Alguna vez, cuando cursaba cuarto semestre universitario, tomó la decisión de irse a un grupo armado ilegal. Se fue por voluntad propia, con la convicción de alentar con sus ideas una buena causa social. Allí duró tres años, lejos de su familia, de sus amigos, pero más cerca del miedo y de una realidad que –asegura– no quiere repetir.

"Hay cosas con las que uno a veces se estrella. Uno va con unos ideales, con un referente, pero las cosas en la guerra no son así. El ser humano en la guerra se enfrenta a todos los miedos: miedo de la guerra misma, de estar entre la vida y la muerte; miedo a la soledad y a no volver a la ciudad. Allá todo es una intranquilidad constante", cuenta Javier.

Un cuaderno y un esfero han sido su compañía diaria. Mientras estuvo en el grupo armado no dejó de plasmar líneas cargadas de la sensibilidad que sólo produce la guerra. Hoy en día sigue escribiendo, en hojas sueltas, libretas, en el celular, en el computador. A través de la poesía habla de los sueños, de la paz, del amor. Su vena poética empezó desde que estaba en el colegio, estimulado por las letras de autores como Pablo Neruda, Paulo Coelho, Jorge Luis Borges, Gioconda Belli y Eduardo Galeano.

Javier hace parte de los 30.000 colombianos que se cansaron de la guerra y que, a punta de valentía y confianza, dejaron atrás un pasado de temores, para reconstruir un proyecto de vida en la legalidad. Inició en el 2008 su Proceso de Reintegración con la hoy Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) y, desde entonces, ha recorrido un camino que está a punto de culminar y que lo llena de gozo y satisfacción.

"La poesía para mí es un vuelo infinito hacia muchos lugares.  Es mi estilo de vida, con lo que uno se compromete y lo hace muy suyo. La poesía se vuelve una herramienta pedagógica, de socialización, de terapia emocional, se vuelve un pretexto para no perder el tiempo, para aprovecharlo", resalta Javier.

Pero como algunos otros colombianos, que dejaron atrás el conflicto armado, para pedir una segunda oportunidad, Javier prefiere no revelar su identidad, pese a ser un ejemplo de superación. Cuenta con un empleo formal y gracias a una beca, espera terminar su carrera universitaria. Gracias a su talento, ha participado en diferentes concursos de poesía, en talleres literarios y también ha logrado varias publicaciones.

"En el momento en el que descubrimos que era un artista en potencia y que además tenía una sensibilidad muy particular, lo que buscamos fue orientar su Ruta de Reintegración de manera que se pudiera fortalecer esa competencia y hacerla valer en diferentes espacios, para que Javier se convierta en la palabra y la voz de muchos otros", asegura Rocío Gutiérrez Cely, coordinadora de la ACR en el Valle.

Y aunque en la guerra Javier perdió todos sus escritos, eso no extinguió su inspiración. Hoy, con más de 50 poemas, sigue acumulando versos: "De mis entrañas afloran gritos de paz, hervidos en calderas de otros mundos. Otros paraísos encumbrados y celestes, auroras incandescentes de himnos de hermandad" (…). Así se lee la primera estrofa de su poema PAZ.

 (*) Nombre cambiado a petición de la fuente


-Idilio

Me estremezco con tu mirada de cielo

el sol reposa en tu mirar de niña

hueles a todos los aromas que bañan las flores

hasta el color de tu piel es de miel y alegría;

te pareces a las diosas mitológicas

y a las reales también.

Tu imagen es de carne y misterio

del mar provienen tus labios de sirena,

y tus cabellos de selva fresca

tus brazos que nacen en el horizonte

me abrazan con bondad y me despiertan a tu amor.​


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