Una urna con 118 votos fue la testigo de la jornada democrática que se desarrolló en la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) Meta. La actividad inició a las 8:30 a.m. y tuvo una duración de 12 horas, en las que las personas en proceso de reintegración tuvieron la oportunidad de elegir entre tres candidatos.
La idea es que el elegido, a través de voto, lidere los procesos de dicha población ante la Mesa de Derechos Humanos de la Gobernación del Meta. Para Ignacio, quien prefirió reservar su apellido, esta jornada fue buena porque "votando uno participa y siente que tienen en cuenta la opinión de cada uno", precisó.
El ganador
Con 71 votos, Carlos Andrés Salcedo ganó las elecciones. Él estuvo en un grupo armado ilegal durante ocho años y hoy está agradecido de que sus compañeros confiaran en él. "Quiero convertirme en un embajador y gestor de la población y buscar nuevas oportunidades de empleo, oportunidades para muchos proyectos", dijo.
El hoy profesor de pregrado y posgrado agregó que siempre que se habla de población desmovilizada se crea cierta estigmatización, por lo que quiere decirle a la gente que ellos, al igual que todos los seres humanos, son padres, hijos, hermanos y quieren progresar. "Cometimos errores en el pasado, pero la base fundamental para que Colombia progrese es la del perdón", enfatizó.
Para Juan Carlos Silva, coordinador de la ACR Meta, la idea de tener un representante ante esta entidad era necesaria, ya que actualmente allí se cuenta con la presencia de personas desplazadas, víctimas o líderes de las negritudes, pero no con uno de personas desmovilizadas.
Esa idea, de tener una voz propia, la refuerza Mariela Zambrano, ex combatiente de grupos al margen de la ley, quien aseguró que como colombianos tienen derechos que una persona con liderazgo les puede ayudar a defender. "Cuando alguien representa a una comunidad puede tocar temas importantes que nos benefician a todos", dijo.
Al igual que Mariela, José Palacios, que también ejerció su derecho al voto, considera valioso que ahora sea un delegado oficial quien lleve las necesidades de la comunidad de desmovilizados ante el Comité, ya que "a esta persona le ponen más cuidado y puede ayudarnos a acabar con la estigmatización que muchos nos tienen", concluyó.