En la Fundación Universitaria del Área Andina con sede en Pereira, se realizó la ceremonia de culminación de personas desmovilizadas que viven en el Eje Cafetero.
Víctimas del conflicto armado, entregaron los diplomas a los excombatientes, en los que se certifica el cumplimiento de los requisitos exigidos por el Gobierno.
En el acto, Elmer, persona reintegrada, le cantó al público, enviando un mensaje de paz.

Ofelia* es una mujer de tez blanca, ojos verdes, contextura y labios delgados, es de esas personas que irradian alegría con su sonrisa, dejando sus preocupaciones y dificultades, como la que se le presentó a sus 21 años de edad, cuando quiso salir de las filas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), después de reconocer que tomó una decisión equivocada cuando persuadida con falsas promesas y engaños, terminó siendo parte de un conflicto que ha dejado más de 8 millones de víctimas.
Ella, hoy, a sus 34 años de edad, en compañía de su hija y nieta, compartió junto a 29 personas desmovilizadas más, su último día dentro del proceso de reintegración que adelantó con la Agencia Colombiana para la Reintegración, entidad que lidera en el territorio nacional, la atención a la población que deja las armas y que de forma voluntaria accede al proceso de reintegración.
"Me siento contenta porque esto, la reintegración me ha servido mucho, ahora sólo queda ser paciente para que podamos todos vivir en paz", cuenta Ofelia*, mientras sostiene en brazos a su nieta y se ubica en una de las sillas del auditorio de la Fundación Universitaria del Área Andina, recinto en el que se realizó la ceremonia de culminación de las personas reintegradas.
En el acto, la asesora de paz de Risaralda, Mónica Gómez Marín, agradeció a la ACR por el servicio que brinda con los proyectos de vida a quienes dejan las armas y compartió unas palabras con los excombatientes "a ustedes les correspondió el inicio de la reconciliación nacional, esa reconciliación se construye a diario y hoy inician a hacer parte de esa realidad. Para la guerra se necesitan dos, para la paz todos".
En representación de la Alcaldía de Pereira, asistió el subsecretario de gobierno, quien durante su intervención informó sobre la inclusión de la atención a excombatientes, en el plan de desarrollo municipal, "cuando retomamos el camino que debe ser, se ven los frutos, por eso quiero felicitar de manera muy especial a la Agencia Colombiana para la Reintegración, nosotros apoyamos todas estas etapas y por eso ya están incluidos en el plan de desarrollo. Hoy, el municipio de Pereira está pensando en ustedes y por eso cuentan con todo nuestro apoyo".
Durante el desarrollo de la ceremonia, las personas desmovilizadas recibieron por parte de dos víctimas del conflicto armado, un documento que les certifica el cumplimiento con cada uno de los requisitos exigidos por el Gobierno; además, se presentó una acción simbólica, en la que ellos, manifestaron a los presentes, sus compromisos de paz.
"Mi compromiso es por respetar a todos y así poder convivir en paz", "humildad y perdón ese es mi aporte para Colombia", "yo le aportaría a la paz una buena convivencia y no volver a delinquir, ni a empuñar un arma", "yo le aportaría a la paz, una buena vida para mis hijos", fueron algunos de los mensajes de paz.
Lisímaco Antonio Ramírez Hincapié, representante de la Mesa de Víctimas de Pereira, invitó a la sociedad a la reconciliación, 'este es el comienzo de la construcción de la paz, de una nueva sociedad. La paz no es exclusiva de un presidente, es de todos los colombianos. Hoy se da un gran paso en sus vidas pero su éxito depende de todos nosotros".
Elmer*, quien terminó su proceso de reintegración, compartió con el público una canción a capela, que él mismo compuso, "pero al final logré luchar para tener una mejor vida, y así fue como llegué a conocer a esa persona que ha sido muy linda… por eso le pido a todos nunca dejemos de luchar, por la esperanza que en Colombia consigamos la paz… me siento triste cuando recuerdo a aquellos amigos que están ausentes, porque en la montaña quedaron atendidos sus esperanzas, mi desvanecer cuando perdieron la vida, maldita guerra como acabas con tantas familias...", fueron algunos de los versos de la melodía.
Con esta ceremonia se ratifica el compromiso de la ACR con la generación de escenarios de reconciliación y su aporte a la paz, "hoy es el día en que la Agencia ratifica su cumplimiento con el país y con todas las víctimas del conflicto armado, el poder garantizar que quienes dejaron los fusiles y las armas, primero no las vuelvan a tomar y segundo, que tengan las herramientas para volver a un mundo en la legalidad, sostenible, con todas las herramientas necesarias para ser un ciudadano de bien": manifestó, Carlos Ariel Soto Rangel, coordinador para el Eje Cafetero, de la ACR.
Ofelia* y sus compañeros agradecieron a la sociedad por permitirles mantenerse en la legalidad y le recordaron a quienes aún no creen en las segundas oportunidades, que la paz se genera con reconciliación, "le digo a todos los que no creen en nosotros que somos personas que cometimos errores pero que somos humanos y ahora estamos con las familias, trabajando como ellos, buscando cómo salir adelante, pese a las dificultades que tenemos, pero que si queremos una verdadera paz, todos debemos aprender a convivir", concluyó.
De las 8 mujeres y 22 hombres que terminan su proceso de reintegración, 11 viven en Caldas y 19 en Risaralda.
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