Cerca de 60 niños, niñas y jóvenes de Villavicencio le dijeron no al reclutamiento forzado gracias a la estrategia 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento', liderada por la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR).
El barrio focalizado para desarrollar la tercera versión de la estrategia fue La Madrid, en la comuna 8 de la capital del Meta, hasta donde el arte, el baile, la pintura y la recreación llegaron para hacerle frente a problemáticas sociales como la drogadicción, la violencia intrafamiliar y la deserción escolar, entre otros.
"Con las intervenciones de Mambrú garantizamos cordones de seguridad para promover el buen uso del tiempo libre, asegurar los derechos de los NNJA, fortalecer entornos protectores y articular familias y comunidad para cuidar de los niños", explicó Giovanny Choque, promotor regional de la estrategia.
Dentro de las actividades de aprovechamiento del tiempo libre estaba realización de grafiti, cuidado del medio ambiente, elaboración de artesanías, pintura y preservación de la cultura indígena.
Para Letty Díaz, artista participante del programa "la iniciativa permitió que los jóvenes nos enfocáramos en el arte y la cultura para no estar perdiendo el tiempo en otras cosas, y personalmente fue grato poder dejarles un buen mensaje a los niños más pequeños", cuenta.
Durante la clausura de la iniciativa, realizada en el centro comercial Viva, los niños y niñas mostraron al público el baile del carrizo, saludo de encuentro entre comunidades indígenas, realizaron un 'dabucury' de zapatos, ritual indígena de intercambio de objetos, y presentaron las pinturas y artesanías elaboradas.
Diana González, una de las líderes de la comunidad indígena agradeció a la ACR por el acompañamiento y apoyo. Dijo que "inicialmente fue difícil poder integrar a los niños indígenas con los demás del sector, pero al final todos comprendimos que a pesar de las diferencias somos iguales".
Desde hoy inicia una nueva historia donde la comunidad debe mantener las enseñanzas y buenas costumbres, mientras los colaboradores de la ACR se preparan para el siguiente reto.