Población víctima, personas en proceso de reintegración y madres cabeza de familia protagonizan un ejemplo de reconciliación y trabajo en equipo. Durante siete meses se capacitaron, y hoy, conforman una Cooperativa que le apuesta a la vida y la paz.
Recientemente en la vereda Los Maracos del municipio de Granada (Meta), se reunieron 56 personas que participaron en el plan de fortalecimiento de las capacidades asociativas, y gestión de proyectos, implementado por la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), la Asociación de Médicos Veterinarios y Zootecnistas de los Llanos (AMEVEZLLANOS) y la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) en el departamento del Meta.
"Varios avances se lograron alrededor de este proyecto piloto que se caracterizó por ofrecer un modelo de intervención integral a los participantes, entre éstos que personas que no se conocían, consiguieran conformar una familia alrededor de una actividad de promoción de la economía campesina y recibieran conocimientos de carácter administrativo, productivo y organizacional", expresó Camilo Pacheco, presidente de AMEVEZLLANOS.
Este proyecto que involucró a personas de los municipios de San Martín, Fuente de Oro y Granada, permitió que a través de huertas agrícolas, pecuarias y de producción de abono casero, se beneficiaran tanto la comunidad receptora de personas reintegradas, como los hombres y mujeres que dejaron las armas y tomaron el camino de la construcción de paz.
Juan Carlos Silva, coordinador de la ACR en el Meta, aseguró que "con este proyecto que fortalece la base social y familiar de la población reintegrada y víctima del conflicto armado, se logra dejar capacidad instalada para poder trabajar más a adelante en iniciativas que fomenten el desarrollo de la región".
Las etapas del proyecto
La primera etapa fue la selección de los municipios a intervenir, luego se identificó la población objetivo, e inició el desarrollo de las capacitaciones en economía campesina.
Posterior a esto se implementaron los modelos pilotos, 20 en total, que corresponden a cada asociación creada por los participantes, y se visitaron algunas huertas en Cubarral y El Dorado que sirvieron como modelo.
El trabajo articulado permitió conformar la cooperativa COOPBIONATURA, la cual la integran las 56 personas que participaron en el proyecto y está organizada de tal manera que cumple con las características de una economía solidaria. Actualmente están comercializando abono y trabajan en el posicionamiento de marca.