El próximo 4 de abril, a las 8 de la mañana, en el auditorio Augusto Espinosa de la Gobernación de Santander se representarán avances de la iniciativa 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento' que se realiza en Suratá, Santander; en el marco del comité intersectorial de prevención al reclutamiento de menores. Estas acciones de prevención como una medida de reparación colectiva se realizan entre la UARIV y la ACR en el Urabá, en el Cauca y en Santander.
Un grupo de 104 niños, niñas y adolescentes que reside en los corregimientos de Mohán y Turbay, de los cuales 32 son de Mohán y 72 de Turbay, municipio de Suratá, participan en encuentros formativos donde aprenden a través del deporte, acerca de pautas para una mejor convivencia, cultura de paz y no violencia, además del valor del diálogo y la escucha, y la resolución creativa de los conflictos, entre otros temas.
Los menores hacen parte de la iniciativa de prevención al reclutamiento de menores al conflicto armado denominada 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento', que lidera la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) con apoyo de la Gobernación de Santander, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), junto a la Unidad de atención y reparación a las víctimas (Uariv) como una medida de reparación colectiva a la comunidad de Suratá; operado por la Corporación Cidemos.
Según Eddy Méndez, asesora de comunidades de la ACR Santander "esta es una estrategia importante, al surgir como alianza entre la ACR y la Uariv, en la priorización de esta zona. Como Agencia, llegamos al territorio y realizamos transferencia de conocimiento de la iniciativa al operador, además realizamos un trabajo en conjunto con actores comunitarios, en la protección de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes".
Esta iniciativa tiene como propósito que los niños reconozcan y vivan sus derechos, además que se promuevan entornos protectores para prevenir el reclutamiento forzado. Para ello, a través de un kit pedagógico llamado Mochila de Mambrú, el cual contiene una cartilla con la descripción del paso a paso del desarrollo de los encuentros formativos, materiales y un kit deportivo, también hay un telar de Mambrú, que consiste en la foto de cada participante de la iniciativa, donde están descritos los aprendizajes de cada actividad.
"Con este proyecto estamos logrando tres materializaciones: la formación a mujeres tecnólogas del territorio como promotoras de grupos de niños, niñas y adolescentes, dejando así capacidad instalada de personal en el territorio; la identificación de habilidades de las y los participantes y apoyar dichas habilidades, entre las que encontramos: el fútbol, el canto, la interpretación de música autóctona y la creación de narrativas audiovisuales a través de la fotografía y el video", afirma Leidy Parra, coordinadora del proyecto, de la Corporación Cidemos.
Con la realización de los encuentros formativos cada fin de semana, los menores y la comunidad en general ha aprendido a trabajar en equipo, ser solidarios, ya reconocen las instituciones presentes, saben cómo resolver conflictos de manera creativa, y sobre todo, han aprendido la forma de transformar los recuerdos de la guerra que vivieron en fortaleza y pasión por vivir sus sueños.
De igual forma el próximo 2 de abril, los niños que hacen parte de 'Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento' participarán en actividades simbólicas y culturales en conmemoración al Día nacional de las víctimas en Colombia.