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Historia de éxito

Mujer se reintegra entre la enfermería y la oratoria por la paz

Mujer se reintegra entre la enfermería y la oratoria por la paz

​Sandra en su rol de enfermera en una actividad de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) en Santander. Crédito: Comunicaciones ARN.

Bucaramanga , 22/08/2017

Sandra*, una mujer que adelanta su ruta especial de reintegración, encontró un nuevo rumbo a su vida gracias a la enfermería y la oratoria.

Sandra es inquieta por ayudar a otros a sanar sus dolenciasy lo une con la posibilidad de sembrar en otros mensajes de paz y reconciliación.

Es una mujer risueña, conversa acariciando sus manos, y cuenta su historia en la que hay capítulos de situaciones felices, difíciles, llenos de valentía, y otros, en los que vio una oportunidadpara ella y sus hijos.

Su situación de vida y la violencia que permeó algunos pueblos de Colombia, la llevó a hacer parte durante tres años de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Fuecapturada en 2002 y permaneció recluida en una cárcel de mujeres durante 13 años y 5 meses; y sin embargo sus ilusiones de mujer y de madre continuaron vivas.

Sandra cuenta que tuvo la oportunidad de estudiar, capacitarse y reintegrarse a la vida civil.“Estoy agradecida con Dios y el Estado, por la libertad y el acompañamiento de la ARN, donde cada día, nos está apoyando y sobretodo animando a que sí podemos seguir adelante”, asegura.

Creyendo en las oportunidades

En noviembre de 2015 sintió la brisa de la libertad que recorría su rostro y fue feliz. Desde entonces, Sandra decidió optar por las oportunidades y el acompañamiento del proceso de reintegración que le brindaba la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), antes Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), así que estudió en el Servicio Nacional de Aprendizaje - Sena, una técnica auxiliar en enfermería y en la actualidad hace sus prácticas.

Luego de un tiempo de tanta teoría y de sentarse en un salón de clases, Sandracumplía el sueño de ayudar a otros; pero debía comenzar con sus prácticas profesionales, las cuales hace en un hogar geriátrico de la capital santandereana.

Su jornada comienza con el amanecer, a las 7 de la mañana, y finaliza casi al esconderse el sol, sobre las 5 de la tarde.

Ella es una mujer con manos fuertes y llenas de cariño para los adultos mayores que debe atender, quienes padecen enfermedades como alzhéimer, esquizofrenia, hipertensión, entre otras.

Palabras de paz

Su experiencia no sólo se da entre guantes, tapabocas, y la atención a adultos que lo requieren. Sandra también se ha encargado de llevar un mensaje de vida a jóvenes universitarios y de colegios a través de su testimonio de vida. Todo comenzó desde la cárcel y esta labor la continúa haciendo, pues busca que otros reflexionen acerca de la paz, la reconciliación, la reintegración y el posconflicto.

“Antes hice parte del conflicto y con la expectativa de la desmovilización del grupo armado al que pertenecí, quise aportar también con un granito de arena al perdón y la reconciliación, empezando por mi entorno”, expresa.

Los logros de esta mujer continúan creciendo. Al comienzo pensó que sería un sueño más, una posibilidad más, y se presentó al concurso regional de oratoria del Sena regional Santander, en el que obtuvo el primer lugar.

“Ocho personas se presentaron conmigo, soy empírica, pero me dijeron que pasé todos los filtros. Y, cuando me dieron el tema, que fueinclusión y cultura ciudadana, una temática que me gusta  vi la oportunidad de sensibilizar desde ahí, por eso concursé, y expresé todo desde mi corazón y dejé una bonita reflexión. Y ahora, me llevarán al concurso nacional para noviembre”, relata con gran asombro.

“Sé que voy a sembrar una semillita en el corazón de otros a través de estos espacios. Podemos cambiar y cambiarle la cara al país”, agrega.Sandra compartió una corta frase de su discurso, que la conmueve:“A veces las victorias ganadas con violencia, son una derrota”.

Entre tanto, Miguel Ángel Mantilla, profesional reintegrador de Justicia y Paz de la ARN, comentó que “con Sandra comenzamos el proceso en 2015, desde antes de salir de cárcel viene trabajando en escenarios de reconciliación con instituciones públicas. Tiene muchos elementos cognitivos, ha logrado cortar nexos del pasado, reescribiendo su historia, enfocada en el estudio y sus prácticas. Para ella, la guerra no le dejó nada”.Sin embargo, su nueva vida le ha brindado nuevos aprendizajes. Logros y experiencias que antes no habría imaginado.

*Identidad protegida por petición de la fuente.

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