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Espacios de construcción de paz y reconciliación

Oportunidades se abren para la población Emberá

Oportunidades se abren para la población Emberá

​Asociación de cacao presenta su producto transformado a los delegados de las entidades articuladas que participaron de evento de cierre del proyecto en el resguardo. Foto: Comunicaciones ARN.

Pueblo Rico , 23/03/2018

Hombres y mujeres conviven en paz y son un ejemplo de reconciliación y el resultado que de que cuando se da una mano para superar las dificultades y las diferencias, se construye futuro para sus familias y la comunidad en general.

La Asociación de Cacao Indígena de Gito (Asocaingito) y 'Mujeres Tejedoras de Chaquiras' que en emberá se traduce como Werara kirrima Kabadú', son dos de la iniciativas fortalecidas gracias a la implementación del proyecto IUJA en el  resguardo Gito Dokabú en el corregimiento de Santa Cecilia Pueblo Rico.

Este proyecto, liderado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), el programa de Reintegración y Prevención del Reclutamiento (RPR) de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), Gobernación de Risaralda y Funderis, permitió el mejoramiento de las condiciones de la comunidad y de las personas en proceso de reintegración que se encuentran en el territorio.

"Buscamos fortalecer asociaciones que en los cabildos empujaran el camino productivo de cada unas de sus comunidades, evitando la tercerización y que sus productos fueran comercializados a bajos costos" expresó Carlos Ariel Soto Rangel, coordinador de la ARN en el Eje Cafetero.

En el transcurso de siete meses, se trabajó con la comunidad con el fin de desarrollar capacidades de comercialización, mejoramiento del producto, trabajo asociativo y desarrollo de la marca para la consolidación de unas unidades sostenibles y prosperas.

Hombres tejedores de reconciliación

'Werara Kirrima Kabadaú' es el nombre que dio esta asociación de artesanos  en el resguardo Gito durante el proceso de formación en IUJA, y pese a que el nombre traduce 'Mujeres Tejedoras de Chaquiras' y que de los 17 integrantes, 14 son mujeres, son tres hombres los que lideraron el proceso y reunieron a las mujeres para incentivarlas y mover la iniciativa productiva.

Su representante legal y presidente, Wilson Embaregame, expresó que "el proyecto ayudo para sacar adelante el trabajo con artesanías". Hoy ya figuran en redes sociales con un producto de calidad, diversidad y creatividad. Han aprendido a comercializar sus productos y se quieren abrir nuevos espacios en donde puedan vender sus productos.

Por otra parte esta Ángel, quien aporta a la asociación con sus creaciones en collares, pulseras y accesorios en chaquira checa distintivos de la cultura emberá.

Ángel y Wilson, hoy trabajan juntos por el bienestar de su comunidad, pero años atrás eran rivales desde orillas distintas del conflicto armado. Wilson es desplazado y durante muchos años tuvo que buscar suerte y oportunidades en otra ciudad lejos de su comunidad. Ángel por el contrario, la falta de oportunidades en su resguardo y la promesa de una posibilidad económica, lo impulsaron a ingresar al ELN en donde permaneció nueve años.

Hoy en día, ambos le apuestan a generar ingresos para su comunidad desde sus habilidades como artesanos y reafirman que en Gito existe "una buena relación y trabajo conjunto y en paz con la comunidad".

Chocolateros de corazón 

Julio Cesar es desmovilizado del ELN y hoy sueña con ser agricultor. IUJA, el SENA y el acompañamiento realizado por la ARN, han permitido abrir nuevas oportunidades de capacitación y formación con las que ha podido ganar experticia en el cultivo del cacao.

Hoy representa a su comunidad en la asociación consolidad Asocaingito, conformada por los líderes de las 14 comunidades que hacen parte del resguardo. "En el monte nunca hubo esas capacitaciones y son muy importantes. Son conocimientos que puedo dejar a mis hijos. Esta es una oportunidad que se abre para mí." expresa convencido con que el desarrollo del campo y la comercialización de cacao nativo le van a permitir a su familia y comunidad salir adelante.

Con sus tres títulos en cultivo y manipulación de este producto, promueve en su comunidad la siembra del cacao y apoya a la asociación como asesor para guiar a los demás integrantes en la construcción de las Eldas de secado, la promoción del producto, el cuidado de las plantas y la meta del resguardo de incluir su marca en el mercado regional. 

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