Lograron superar diferentes condiciones de vida, convirtiéndose en ciudadanos que le apuestan a la construcción de paz.
En el marco del evento "Encuentro empresarial por la reconciliación del norte de Cauca", realizado en la Cámara de Comercio con sede en Santander de Quilichao, se llevó a cabo la culminación de 26 personas que han decidido permanecer en la legalidad y aportarle al desarrollo de la región.
En el Departamento del Cauca son 816 personas que abandonaron los grupos armados al margen de la ley y que ingresaron al proceso de reintegración que lidera la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), de las cuales 304 ya culminaron de manera exitosa su proceso y optaron por aprovechar esta segunda oportunidad como colombianos.
De acuerdo con lo manifestado por Ángela Medina, coordinadora de la ARN en el Cauca, "este es un proceso voluntario donde las personas que dejan las armas pueden obtener, desarrollar y potenciar habilidades y competencias individuales y colectivas, necesarias para superar su situación de vulnerabilidad y ejercer autónomamente su ciudadanía, con los mismos derechos y obligaciones que un ciudadano común".
El caso de éxito
Uno de las personas culminadas es Yony*, quien inició la ruta de reintegración en el 2009, después de haber permanecido 12 años en las FARC – EP. Hoy se destaca como un líder social y comunitario ganándose el afecto y la confianza de la comunidad cercana a su entorno, con un trabajo social orientado a reivindicar los derechos de niños, niñas y una población que no tenía líder que diera rumbo a un horizonte.
"Una vez regresé a la vida social vi la estigmatización que se tenía sobre nosotros, y entendí que la única forma de sobrevivir a ese flagelo era trabajar de la mano con la comunidad para ganar confianza, y a raíz de mi experiencia en el grupo armado, empezamos hacer un trabajo con niños y niñas para devolver un poco de lo que a mí se me negó: jugar y dar oportunidades de vida por medio de la música", manifiesta Yony.
Y no solo ha logrado recuperar a su familia, también se ha interesado por avanzar en sus estudios ya que cuando salió del grupo armado empezaba ciclo 1, ahora es técnico en ejecución musical con instrumentos funcionales y actualmente adelanta sus estudios tecnológicos en gestión administrativa con el SENA. "A la gente ya no le importa si pertenecí a un grupo o no, lo que importa es lo que somos capaces de hacer; y me alegra ver que la comunidad y los chicos, nuevamente empiezan a soñar", concluyó.