En la finca La Pangola, en el Resguardo Indígena Colonial Cañamomo Lomaprieta en Riosucio, Caldas, 28 personas de la Cooperativa Multiactiva Indígena para la Paz (Coomipaz) son sinónimo de reconciliación.
Allí, 12 excombatientes en proceso de reincorporación, 5 víctimas del conflicto y 11 miembros de la comunidad impulsan el proyecto productivo colectivo piscícola para su sostenibilidad. La iniciativa cuenta con el acompañamiento de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), la Gobernación de Caldas, las alcaldías de Riosucio y Supía, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), la Universidad Nacional, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la cooperación internacional.
A través de la ARN, el Gobierno Nacional desembolsó $96 millones, como parte del beneficio económico de $8 millones otorgado por única vez a los excombatientes, para que inicien una idea de negocio individual o colectiva y construyan un nuevo proyecto de vida desde la legalidad.
"Lo más hermoso es trabajar con las víctimas, como esencia de los acuerdos de paz. Trabajamos sobre la base de un semillero de paz en la legalidad. Y la articulación entre instituciones también permite que el proyecto avance y sea sostenible", dice José Esteban Tapasco, excombatiente y representante legal de Coomipaz.
Ese compromiso también lo tienen las víctimas, como lo recalca Claudia Patricia González. "La reconciliación sí es posible, lo demostramos cada día en este territorio indígena. Los recursos para nuestros compañeros excombatientes son un impulso para consolidar el proyecto productivo".
El proyecto lo componen 6 estanques, 4 para producción y 2 para alevinaje. La primera cosecha fue de 7 mil tilapias y la segunda, que está en proceso, será de 14 mil, aproximadamente.
Las autoridades indígenas del Resguardo Colonial Cañamomo Lomaprieta también están comprometidas con la reincorporación de los excombatientes. Prueba de ello es la entrega en comodato por ocho años del terreno donde se implementa el proyecto piscícola. "Con este proceso hemos entendido que la indiferencia debe quedar atrás y que debemos trabajar unidos", enfatizó José Esteban.
La inversión en el proyecto también incluye los $65 millones que aportó el año pasado la Gobernación de Caldas para alimento de los animales y material de infraestructura.
Las alcaldías de Riosucio y Supía aportaron maquinaria y sus gastos para adecuar el terreno, la Misión de Naciones Unidas en Colombia dará 11 mil dólares y cooperación internacional $48 millones. La Universidad Nacional capacitó en mercadeo y el SENA también brinda su acompañamiento y experiencia.
"Esta iniciativa contribuye a la convivencia y la reconciliación de nuestro territorio. Es un proyecto con enfoque étnico para fortalecer los lazos de confianza entre la población", concluyó Carlos Ariel Soto, coordinador de la ARN en el Eje Cafetero.
Datos de interés
- 13 mil 146 excombatientes están en proceso de reincorporación. De esta cifra, 194 son atendidos en el Eje Cafetero, de los cuales 47 están en Caldas.
- En la finca El Motor del corregimiento de Santa Cecilia en Pueblo Rico, Risaralda, se desarrolla otro proyecto productivo colectivo piscícola, que beneficia a 32 excombatientes del proceso de reincorporación. El Gobierno Nacional desembolsó el mes pasado los $256 millones que le corresponde a esta población, que se suman a los $127 millones que aportará cooperación internacional.