Zulma hace parte de las 499 personas el proceso de reincorporación que son atendidas en el departamento
del Huila y hoy es integrante de un grupo de brigadistas que acompaña a la población de Neiva para
prevenir el contagio de Covid-19.
Hace menos de cuatro años, Zulma* patrullaba por las montañas entre los departamentos de Tolima y Caquetá con una mochila al hombro, en las filas de las Farc-Ep. Se dedicaba a las labores de "ranchería" o "cocina" como se conocía en el grupo armado ilegal. En ocasiones, asumía el rol de enfermera para atender a compañeros heridos en combate o con problemas de salud en general.
Permaneció 19 años en las filas y la asistencia que ocasionalmente allí brindó, despertó su interés por conocer sobre las ciencias de la salud y reafirmó su gusto por ayudar. Dicha pasión, hoy, en el proceso de reincorporación, le ha permitido orientar a cientos de neivanos para prevenir el contagio de Covid-19.
Zulma tiene 37 años, es de mediana estatura y contextura delgada, forma parte de un grupo de 170 brigadistas contratados por la Alcaldía de Neiva para recorrer las comunas de la ciudad en donde se han diagnosticado casos positivos de Covid-19; asesora a los habitantes sobre las medidas de prevención y protección que deben tomar en cada familia para su cuidado e informa sobre los canales de atención ciudadana a los cuales pueden acceder durante el aislamiento obligatorio.
Atiende en promedio 20 familias por día, ha interactuado con más de 300 personas en la zona urbana y rural de la capital del Huila – cumpliendo con las normas de bioseguridad-. "Me encantan las labores comunitarias y ante esta dificultad que no distingue sector social, de casa en casa he podido llegar con un mensaje de aliento, identificar a través de encuestas si las personas han presentado síntomas relacionados al Covid-19 o enfermedades de base", comenta Zulma, quien una vez finaliza las jornadas digitaliza desde su casa la información para remitirla a la Secretaría de Salud municipal.
Conocimientos al servicio de la comunidad
Zulma, como ella expresa, aprovecha las nuevas oportunidades, por eso, desde el 2017, cuando empezó su proceso en la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, además de convertirse en bachiller, ha realizado cursos técnicos en Misión Médica y Salud Pública, diplomados de liderazgo y capacitaciones sobre el manejo de herramientas informáticas.
"Aunque es un contrato por dos meses, me siento orgullosa de poder contribuir con un granito de arena a la esperanza que tenemos todas las personas para que esta emergencia pase pronto", afirmó la excombatiente.
En compañía de su esposo y su hija, siente que en medio de los desafíos que ha tenido en la vida, puede demostrarle a la sociedad que es una persona dispuesta y capaz de contribuirle a la región. Desea seguir capacitándose y continuar su sueño de servir en el campo de la salud y reafirmar – desde allí - su compromiso por la paz con legalidad.
*Nombre cambiado por solicitud de la fuente