La Asociación de Mujeres Emprendedoras de Santander -AMESAN- nació para organizar los deseos de firmantes de paz, víctimas del conflicto y madres cabeza de hogar, quienes hoy quieren sacar adelante a sus comunidades desde los proyectos económicos que toman en cuenta el campo y la producción de alimentos orgánicos.
A Felisa Vargas la distingue una sonrisa con aroma a libertad. A sus 58 años es la presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Santander -AMESAN-, compuesta por firmantes de paz, víctimas del conflicto y madres cabeza de hogar, que hoy le apuestan a la producción de chocolate como alternativa para lograr ingresos que les permitan mejorar sus condiciones de vida, al tiempo que evidencian el tesón de cada una de ellas por comprometerse en labores que marcan efectivamente su papel en la sociedad como generadoras de una economía para la vida.
“Nuestro proyecto nació porque queríamos organizarnos. Además, aquí en la región la gente cultiva cacao, entonces nosotros dijimos ¡qué mejor que transformarlo en chocolate! Empezamos los ensayos y seguimos haciéndolos, sin ningún tipo de químico. La idea es implementarlo para darle empleo a la gente y que se beneficien todas las comunidades”, afirmó Felisa.
La misión de AMESAN apunta a trabajar la tierra como madre de vida, produciendo alimentos en la diversidad agrícola y pecuaria. En esta ocasión, el cacao es la semilla insignia, sin embargo, el interés de las asociadas está en la siembra de plantas aromáticas, así como la implementación de huertas caseras y comunitarias que garanticen la soberanía alimentaria en la región, desarrollando acciones que lleven a la preservación y defensa del medio ambiente, manteniendo siempre como protagonista al género femenino.
“Tenemos unos valores importantes, somos capaces de hacer todo lo que nos toque. No hay limitación. Podemos ser independientes, trabajar, aportar al hogar, criar a nuestros hijos en otras condiciones, darles una mejor forma de vida, enseñarles a que debemos unirnos, organizarnos, que por estar desperdigadas es que no hemos podido hacer que este país cambie”, resaltó la firmante de paz.
Al respecto, desde el Gobierno del Cambio avanzamos en el apoyo del ejercicio organizativo de las mujeres que hacen parte del colectivo, abriendo espacios para su participación en convocatorias de emprendimiento, de capacitación y promoción, no solo en la región, sino también a nivel nacional.
Es así como, en primera medida, se busca llegar a un número de 30 integrantes, que en últimas junten su empoderamiento con las demás agremiaciones que están presentes en el territorio. Lo anterior, manteniendo siempre la consigna de la paz total, puesto que con manos de mujeres se construyen nuevos rumbos que toman como base la reconciliación.
“La paz es progreso, desarrollo, bienestar, salud, educación, lo es todo. En paz vivimos dignamente, pero en guerra nadie vive satisfecho de ninguna manera. La satisfacción que yo siento es que llegamos a las comunidades y no nos han rechazado, porque llegamos a hacer las cosas bien, dándole posibilidades a la gente”, reiteró Felisa.
Datos de interés: - En la región de Santander y Magdalena Medio, 252 personas gozan de proyectos productivos, 63 mujeres y 189 hombres. 30 del total están vinculadas de manera colectiva.
- En la región de Santander y Magdalena Medio, actualmente, 285 personas avanzan en su proceso de reincorporación, otras 355 están vinculadas al proceso de reintegración.