- Un firmante de paz que habita en zona rural de Urrao, Antioquia, se ha convertido en ejemplo para la comunidad y es hoy un acompañante en acciones básicas de salud y otros liderazgos.
- En medio de la complejidad de llegar al territorio, pudiendo alcanzar recorridos de dos días, el Gobierno del Cambio llega con acciones conjuntas para hacer menores las dificultades.
Juan Ángel Cuesta habla de Mandé: un pequeño poblado ubicado en la región selvática de Urrao, entre los departamentos de Antioquia y Chocó; una tierra mágica a 35 grados centígrados que, aunque poco conocida, busca convertirse en un santuario de reconciliación.
“Mandé significa Paz, resiliencia y sabiduría…" enfatiza Juan Ángel mientras cuenta su historia como líder de la comunidad y promotor de salud. Juan Ángel es firmante de paz, y él, junto a 94 compañeras y compañeros más, llegaron a este pueblo después de vivir en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Vidrí, en Vigía del Fuerte.
En su proceso de reincorporación Juan Ángel hizo un curso de Enfermería en el marco del programa Promotores Rurales de Salud; y ahora ayuda a salvar vidas en este municipio donde no son ajenas enfermedades como la malaria, el dengue, o las mordeduras de serpientes, entre otras.
“La enfermedad que más me preocupa en esta región es la malaria. También mordeduras de serpientes. Hay cinco en solo una semana. También gripe, diarrea, desnutrición. Estamos muy alejados y nos faltan equipos, suministros… No dejan de preocuparnos las mujeres embarazadas, por ejemplo" enfatizo Juan Ángel.
La mayoría de los residentes de Mandé son afrodescendientes e indígenas, muchos de ellos, víctimas del conflicto armado. Para salir de la zona sólo es posible caminar en mula (al menos dos días de viaje) o en helicóptero. Son comunidades campesinas, siete comunidades afrodescendientes y cinco comunidades indígenas.
En un universo llamando Mandé en el que conviven comunidades ancestrales, desmovilizados, instituciones estatales, iglesias, organismos internacionales y empresa privada en una importante labor de reconstrucción social, un firmante de paz es hoy su ángel promotor de salud y vida.
“Viniendo de un pasado de guerra a este mismo momento, ha sido un cambio radical, gracias a Dios, un cambio en la vida cotidiana, este es el camino, la ruta a seguir en este momento. Estoy muy feliz de haber llegado a comprender que la realidad de la vida no es la guerra. Se trata de vivir entre la gente y estar al servicio de los demás. Es maravilloso cuando tu pueblo se siente apoyado por ti, y tú te sientes respaldado por tu gente, y los dos tendemos la mano y sabemos que estamos ahí." Concluyó Juan Ángel.
Hace solo algunas semanas, Juan Ángel recibió junto a 54 pobladores más de Mandé, certificaciones como operarios de panadería y manejo pecuario. Con toga y birrete, alzaron las manos y lucieron con orgullo el diploma entregado por el SENA, con el acompañamiento permanente de la ARN, la Misión de Verificación de Naciones Unidas y otros actores que de a poco unen esfuerzos para que las distancias en aquel lejano pueblo sean cada vez más cortas.