El Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) La Variante, ubicado en zona rural de Tumaco, Nariño, dio inicio a su ruta hacia la consolidación.
Así se acordó en una asamblea entre el equipo directivo de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y las y los firmantes de paz que habitan este espacio, con el propósito de avanzar en la garantía de tierra, vivienda y servicios públicos como bases para el arraigo y la sostenibilidad de la reincorporación.
“Empezaremos a trabajar desde el 28 de octubre, que será nuestra próxima reunión, en la construcción de este plan hasta diciembre, y de esta manera esperamos que antes de que finalice el Gobierno podamos tener un ETCR más consolidado”, señaló la directora general de la ARN, Alejandra Miller.
Actualmente, La Variante cuenta con un predio adjudicado, lo que representa un avance para el traslado del ETCR y la construcción de viviendas. Sin embargo, este terreno resulta insuficiente para el desarrollo productivo, por lo que la ARN continúa gestionando nuevos predios en Nariño para que esta población pueda avanzar en sus proyectos productivos.
“Este es un proceso arduo en el que no descansará la ARN, pues la consolidación de los ETCR debe ser un hecho. La meta es dejar los 23 espacios con condiciones definitivas de tierra y vivienda”, señaló la secretaria general de la ARN, Carolina Vergara, al destacar que estos avances encaminan a La Variante a convertirse en un espacio estable y digno, donde la reincorporación se traduce en paz, oportunidades y esperanza.
¿Qué significa la consolidación de un ETCR?
La consolidación es el proceso mediante el cual los ETCR se transforman en territorios definitivos para el arraigo de las y los firmantes de paz. Supone garantizar que cuenten con predios propios suficientes para la construcción de sus viviendas y el desarrollo de proyectos productivos, junto con servicios públicos que aseguren condiciones dignas para la vida cotidiana.
Este proceso no solo representa un beneficio para las y los firmantes de paz, sino también para las comunidades aledañas, pues impulsa el desarrollo local, fortalece la convivencia y abre caminos de reconciliación. Asimismo, permite que los ETCR pasen a formar parte del ordenamiento territorial, lo que facilita nuevas articulaciones institucionales con alcaldías y gobernaciones, integrando la oferta estatal a estos territorios.