En la vereda Filipinas, del municipio de Arauquita, 43 firmantes de paz, junto con sus familias y miembros de la comunidad, culminaron dos procesos de formación técnica en cacao que hoy dejan un balance altamente positivo para el territorio.
Estas capacitaciones, lideradas por el SENA Regional Arauca en articulación con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y con el apoyo de la Misión de Verificación de la ONU, respondieron a una necesidad expresada por la población firmante de paz, interesada en fortalecer sus prácticas cacaocultoras y en agregar valor a productos cultivados en la región, como el sacha inchi.
Como resultado, se estableció un vivero con 1.000 plantas de cacao y se implementaron técnicas de injertación con diferentes variedades del modelo araucano y de la variedad San Vicente 41, del departamento de Santander. Estas acciones están orientadas a producir cacao fino de alto valor comercial y, a mediano plazo, a fortalecer la transformación del cacao como una alternativa productiva sostenible.
Asimismo, en dos jornadas de producción y utilizando implementos casi artesanales propios de la comunidad, los participantes elaboraron pastillas de cacao de mesa, que posteriormente fueron comercializadas.
Roberto Gómez Arenas, instructor del SENA, destacó el entusiasmo de los firmantes de paz: “Me llevo el interés y la dedicación con que realizan las cosas. Quieren integrar el cacao con el sacha inchi porque son alternativas industriales necesarias para el desarrollo del sistema agrícola”.
Por su parte, José Luis Vega Duarte, firmante de paz, resaltó la importancia de aprender y crecer colectivamente: “Estamos muy satisfechos con estas capacitaciones. Invitamos a la comunidad a reforzar sus conocimientos, a certificarse y a avanzar mancomunadamente en nuestra reincorporación comunitaria. Queremos enfocarnos en la transformación del cacao y agradecemos a las instituciones y al Gobierno nacional por brindarnos estas oportunidades”.
Para la ARN, estos resultados evidencian que la articulación institucional está generando impactos concretos.
“Esta formación no solo impulsa la reincorporación económica de las y los firmantes de paz, sino que los capacita para la vida, para que sus proyectos sean sostenibles y contribuyan al desarrollo local”, afirmó Rosalba Ojeda Reina, coordinadora de la entidad en Arauca.
La ARN continuará promoviendo espacios y acciones que fortalezcan las capacidades de las y los firmantes de paz en el marco del Programa de Reincorporación Integral (PRI), mediante alianzas estratégicas y procesos formativos ajustados a las realidades de los territorios.