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La asociatividad mueve la economía de quienes le apostaron al Acuerdo de Paz

La asociatividad mueve la economía de quienes le apostaron al Acuerdo de Paz

Directora de la ARN dando conferencia

El enfoque político de la economía solidaria es quizás el aspecto más distintivo de los proyectos asociativos de la población firmante del Acuerdo, ya que las personas en proceso de reincorporación integral conciben sus emprendimientos como herramientas de cambio social y paz.

Medellin , 20/06/2025

De acuerdo con un estudio liderado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y la Universidad de Antioquia, con base en experiencias de colectivos de firmantes, hay un camino prometedor para la sostenibilidad económica, pese desafíos para la reincorporación integral.

El estudio presentado este viernes en Medellín, en un evento en la Universidad de Antioquia, destaca que las y los firmantes muestran una fuerte alineación con la solidaridad y la cooperación, lo que se convierte en su gran patrimonio. Sin embargo, el papel de las instituciones públicas y privadas es irregular, lo que los limita.

La directora de la ARN, Alejandra Miller, indicó que la investigación servirá como un insumo clave para fortalecer la sostenibilidad económica de las y los firmantes de paz y trabajar por el cambio de paradigmas económicos, políticos y sociales en el país. “Estos procesos colectivos y asociativos de las y los firmantes de paz están sumando y contribuyendo a una mirada distinta, que nos ayuda a superar ese modelo neoliberal y empobrecedor que hemos tenido durante décadas”, dijo.

El proceso que se registró desde las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) y los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) hasta la creación y diversificación de cooperativas, evidencia resiliencia y capacidad de adaptación a entornos cambiantes: “Cada etapa ha servido como un ‘laboratorio’ práctico de aprendizaje, mostrando la flexibilidad inherente a la economía popular. Los perfiles y la incidencia de saberes previos de los firmantes de paz revelan que, si bien su ética de trabajo colectivo es una fortaleza, el déficit educativo formal supone un obstáculo en la gestión”, explica el informe, que destaca que los saberes empíricos de las personas en los colectivos es un insumo clave que, además, requiere de educación y asistencia técnica.

“El enfoque político de la economía solidaria es quizás el aspecto más distintivo, ya que las personas en proceso de reincorporación integral conciben sus emprendimientos como herramientas de cambio social y paz. La economía solidaria funciona aquí como una extensión del proyecto político de vida de los firmantes, que trasciende lo meramente productivo para convertirse en un acto político en sí mismo, un vehículo para ideales de cambio y transformación”, destaca la investigación en una de sus conclusiones.

La concepción ambiental es un gran avance de los procesos de reincorporación colectiva, lo que refleja su relación armoniosa con la naturaleza, pieza clave que enriquece su carácter solidario al integrar el cuidado del entorno. “Esta tendencia, coherente con sus aprendizajes de vida previos, sugiere cómo las economías solidarias pueden incorporar preocupaciones ecológicas de forma orgánica”, sostiene el informe.

De igual forma, la investigación evalúa el desempeño de las y los directivos, que pasó de la debilidad a la obtención de competencias administrativas, demostrando que la autogestión puede ser un proceso educativo efectivo. Se suman avances en la gestión socioeconómica, con la inserción de firmantes en la economía productiva legal con mejoras en su calidad de vida, como empleo digno y seguridad alimentaria.​

Sin embargo, las limitaciones en sostenibilidad, como ventas modestas y falta de capitalización, que, si bien cumplen una valiosa función social, no garantizan por sí solas el desarrollo económico pleno a largo plazo, permaneciendo condicionados por factores externos.


En relación con las afectaciones diferenciales y la participación, el estudio revela que hay progresos en equidad de género, con mujeres empoderadas en lo económico y en el liderazgo, pero también rezagos en los que persisten inercias culturales y sociales. Esto indica que, si bien la economía solidaria puede propiciar mayor equidad, requiere esfuerzos conscientes y sostenidos para abordar las desigualdades.


Finalmente, los procesos de autogestión y prácticas solidarias confirman la viabilidad del modelo, ya que ha impulsado la cohesión y la sostenibilidad, aunque su éxito no es absoluto ni automático, pues se requiere tiempo, convicción colectiva y apoyos complementarios.


La directora Miller consideró que las recomendaciones de la investigación deben ser trabajadas para construir una gran estrategia nacional de fortalecimiento de la economía solidaria para la paz: “Hoy hay más de 400 procesos asociativos de firmantes que van a ayudarnos a que esa economía solidaria para la paz sea una realidad”, expresó.


Lo cierto es que estos procesos colectivos, especialmente los que han incluído a miembros de las comunidades locales, muestran avances claves en la construcción de paz territorial. A través de proyectos productivos diversos muestran ser una alternativa viable para la reincorporación económica y social, generando redes de apoyo que promueven la solidaridad, la autonomía y fortalecen el tejido social. No obstante, aún enfrentan desafíos para su sostenibilidad y crecimiento, como la comercialización de productos y el acceso a mercados.


Conozca más de la investigación en el siguiente enlace:


​En esta investigación participaron formas asociativas como:

Cooperativa Multiactiva de Desarrollo Agropecuario e Infraestructura (DAINCOOP)

Cooperativa Multiactiva Tejiendo Paz (COTEPAZ)

Cooperativa Multiactiva Judío Errante (COOPJE)

Asociación Semillas de Paz por una Nueva Colombia (ASOSDEPAZ)

Asociación de Construcción Colectiva, Unidad y Trasformación (ASOCUNT)

Asociación Nuevo Agrupamiento por la Paz Distrito Capital (ANA D.C.)

Cooperativa Multiactiva Agropecuaria El Progreso (Agroprogreso)

Cooperativa Multiactiva por un Nuevo Campo Colombiano (COAGRANCC)

Cooperativa ECOMUN La Esperanza (CECOESPE)

Cooperativa Multiactiva Comunitaria del Común (COMUCCOM)

Cooperativa Multiactiva Agropecuaria Paz y Desarrollo (COOPROAGROMETA)

Cooperativa Multiactiva ECOMUN Esperanza del Pueblo (COOMEEP)

Asociativa Cooperativa Multiactiva Agropecuaria por la Paz (COOAGROPAZ)

Cooperativa Multiactiva Memoria, Vida y Esperanza (COOMMAVE)

Cooperativa Multiactiva para la Paz de Colombia (COMPAZCOL)

Cooperativa Multiactiva para el Desarrollo Social del Nordeste Antioqueño (COMULDESNA)

Cooperativa Multiactiva Agropecuaria del Común (COPAGROC)

Cooperativa Multiactiva de Emprendedores del Campo Colombiano (COOPEMPRENDER)

Cooperativa Multiactiva de Paz del Cesar (COOPERPAZCE)


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