Cuando logramos deshacernos de las máscaras, encontramos la naturaleza del otro. Bajo esta premisa, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), en articulación con la Unidad para las Víctimas, la Personería de Pereira y el apoyo de la Fundación Enfances 2/32, llevó a cabo el 'Taller vivencial de reconciliación', en donde funcionarios, víctimas, personas en proceso de reintegración y jóvenes se reencontraron en un abrazo.
Las sonrisas, las lágrimas, palabras de recogimiento y el perdón, fueron los protagonistas en el acto de reconciliación liderado por la ARN Eje Cafetero, el cual tenía como objetivo reunir a instituciones aliadas en un ejercicio de reconocimiento de sí mismo y del otro, que permita abordar la reconciliación de una manera integral.
"Este taller es un ejercicio de ciudadanía para que las personas puedan pensar un poco en la reconciliación y cómo se puede vivir desde la cotidianidad", explicó Jose Luis Medrano, enlace ciudadano de la Agencia.
Por su parte, Lina Marcela Duque, encargada de la parte de reparación emocional de la Unidad para las Víctimas, manifestó que esta jornada también conlleva a
"adentrarnos a los temores y las heridas emocionales del otro, para ver más allá de la persona y lo que tiene para dar a la sociedad".
Víctima
y persona en reintegración se rencuentran en un espacio de reconciliación a
través de la creación de máscaras. / Foto: Comunicaciones ARN.
La metodología
La jornada comprendió varios espacios, donde los asistentes dialogaron sobre sus percepciones de la paz, el conflicto y el perdón. Se sensibilizaron a través del reconocimiento del otro y conocieron las historias, experiencias y deseos de cambio de las personas en proceso de reintegración que participaron de manera activa del taller.
Además, a través de un ejercicio con máscaras, lograron transformar sus esquemas cotidianos a la vez que rompían imaginarios y etiquetas, derrumbando esas barreras superficiales que muchas veces no permiten ver lo esencial.
"Somos seres humanos que sentimos, amamos y queremos una oportunidad", expresaron algunas de las personas en reintegración, mientras, los demás asistentes reconocieron su valor y en un abrazo fraterno abrieron sus corazones y mentes para dar paso a la reconciliación, lejos de odios o prejuicios.