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Una oportunidad lo cambia todo

Vidas de sueños y esperanzas después de la reintegración

Vidas de sueños y esperanzas después de la reintegración

​Los hermanos Prieto Meza están muy contentos por trabajar en un proyecto productivo propio y vivir tranquilos en legalidad.  Foto: Comunicaciones ARN.  

Valledupar , 17/05/2018

Innumerables páginas en blanco para escribir una nueva historia anhelan desde su desmovilización los hermanos Ramiro y Víctor Prieto Meza, quienes hicieron parte de las Autodefensas, grupo al que no quisieran haber pertenecido.

El capítulo de las AUC para Ramiro y Víctor está cerrado, ahora le apuestan a la construcción de un mejor país y la oportunidad que les ha dado la vida para hacer sus sueños realidad. Sueños que poco a poco se han ido materializando con la unidad de negocio en la que trabajan de manera conjunta: cría y engorde de cerdos y un estanque de peces en el municipio de El Paso, Cesar.

William Guerra Lopesierra, profesional reintegrador de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) Grupo Territorial Cesar, lleva a cabo el seguimiento del Beneficio de Inserción Económica (BIE) de los hermanos Prieto, quienes manifestaron sentirse felices por este proyecto que ha generado en ellos disciplina, amor por el trabajo y la esperanza de un futuro próspero. Agradecen y expresan con inmenso cariño que ha sido clave el acompañamiento de la ARN. 

Siguiendo con los Prieto 

Los Prieto hacen parte de una familia copeyana, gentilicio del municipio de El Copey ubicado en el norte del departamento del Cesar. Son siete hermanos, de los cuales tres hicieron parte de las AUC. ¿Quién lo iba a creer?, si fueron muchachos bien criados y con posibilidades de un mejor futuro a sus pies. Pero Víctor fue presionado por uno de los comandantes de este grupo armado ilegal que lo vio como ficha clave para mover sus cartas en el territorio.   

Este es el relato…

Víctor Erasmo Prieto Meza

Antes de los noventa trabajó cinco años como chofer en la Alcaldía de El Copey. Al finalizar esa etapa laboral su padre le consiguió un empleo como inspector del corregimiento de El Carmen, municipio de El Paso. Justo aquí empezó todo.

"Duré diez años en el cargo. Cuando aparecieron los grupos armados por la zona, al comandante le informaron que yo venía de El Copey en donde trabajaba con la guerrilla. Algo falso porque ni mis hermanos ni yo hacíamos parte de un grupo armado. Ramiro trabajaba con mi padre en la finca y Francisco con el jefe del DAS de Valledupar en aquel entonces", relató Víctor. 

Y agregó: "gracias a un amigo de mi papá nos enteramos de que el comandante me estaba buscando. Quería matarme. Ante esa situación me tocó ir a hablar con él y le dije que estudiara mi hoja de vida, que jamás había hecho parte de un grupo. Ellos verificaron, pero de igual forma para perdonarme la vida tenía que colaborarles. Por esa presión ingresé al grupo, fui colaborando desde mi cargo, y después me metieron en la nómina. Nunca estuve en campamento, siempre en el municipio".

"Dios y la ARN me cambiaron la vida": Víctor Prieto

Víctor señaló que después de la desmovilización hubo una verdadera transformación en su vida. Lo primero que hizo en la legalidad fue buscar de Dios pese a ser apático al evangelio. Su esposa, muy creyente, lo motivó para que conociera la Biblia. Está feliz con su nueva vida y ser un ejemplo para sus hijos: una mujer y dos hombres.

"Dios tocó mi corazón", repitió en su relato. "Yo sentí un cambio rotundo en mi vida. Con la ayuda de Dios y el programa de la ARN, la psicóloga y los funcionarios que han venido sentí una verdadera transformación en todo sentido. Yo había hecho hasta cuarto de bachillerato y durante la ruta de reintegración pude graduarme como bachiller. Le doy gracias a la ARN que nos ha apoyado muchísimo en este proceso, es una excelente Agencia, realmente comprometida con las personas en proceso de reintegración. Todo lo que siento hoy es positivo. Estando en el grupo sentía temor", anotó el participante culminado.

Aquí no termina la historia

Ramiro de Jesús Prieto Meza

Ya es abuelo y está muy feliz de serlo. Su prioridad es estar con su familia, la cual se convirtió en la motivación para salir de las AUC. Ramiro es de pocas palabras, pero refleja profunda sinceridad cuando habla. Hizo parte del grupo tres años y asegura que la mejor decisión que tomó fue volver a la legalidad.

La vinculación de su hermano a las AUC no tuvo nada que ver con su decisión, según su relato. Querer pertenecer a un grupo ilegal obedeció a problemas personales que prefiere no recordar. "La decisión de salir de las AUC la tomé cuando escuché sobre el programa de reintegración. Le pedí a Dios que me ayudara a actuar pronto y así lo hice. No me arrepiento porque siento que soy una mejor persona, pude terminar mis estudios y estar con mi familia que es lo más valioso que tengo", manifestó Ramiro.

Ramiro también nació en El Copey, pero lleva 40 años en El Paso. Se siente orgulloso de sus hijos y nietos, quienes lo llenan de amor y felicidad. Reitera, al igual que Víctor, que el proyecto productivo que implementaron es lo mejor que les ha pasado. Se siente útil y un ser humano que le aporta a la sociedad.

"Me siento productivo, motivado, útil. Gracias al programa de la ARN terminé mis estudios e hice un curso de piscicultura. Mi trabajo con mis hermanos es excelente, siempre hemos estado unidos como nos inculcó mi padre. Me siento contento de tener a mi madre viva y celebrarle el cumpleaños todos los 25 de noviembre. Aquí estamos, juntos, tenemos el aprecio de la gente. Le hemos demostrado a la sociedad que sí hay un verdadero cambio en nosotros", concluyó.

El proyecto productivo de los Prieto

Iniciaron su proyecto productivo con diez cerdos de engorde. Al principio con bastante desconocimiento sobre el tema, pero aun así decidieron emprender y adquirir conocimientos que les permitiera salir adelante con este arriesgado negocio que podía generar en ellos frustración o ganas de salir adelante. 

Con cariño y esfuerzo engordaron sus primeros cerdos, pero en un tiempo prolongado, lo que significó no obtener las ganancias esperadas. Sin embargo, siguieron en la lucha con la segunda tanda de cerdos con los que ya no pagaron la 'primiparada'. Poco a poco han aprendido sobre el mundo porcícola y las clave para ser exitosos con su unidad de negocio que ha generado en ellos satisfacciones y las ganas de fortalecer y ampliar el proyecto. 

Actualmente, aparte de los cerdos que engordan hasta aproximadamente 80 kilos, cuentan con un estanque de peces. Iniciaron con 800 los cuales fueron vendidos, y hoy tienen 2000 que ya llevan un mes en excelente desarrollo. 

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