35 personas desmovilizadas en proceso de Reintegración con la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) entregaron a la comunidad del barrio Miramar, tres puentes de madera que reconstruyeron en zonas de bajamar.
Tres puentes de madera recuperados, que se conectan entre sí. 290 metros lineales de camino. Dos meses de trabajo. 830 habitantes del barrio Miramar beneficiados. Todas estas, son las cifras que dan cuenta del impacto positivo del Servicio Social que realizó un grupo de 35 personas en Proceso de Reintegración con la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) en zona de bajamar de Buenaventura y que se inauguró el pasado miércoles.
Con un acto cultural, este grupo de ciudadanos, que transitan en la legalidad, entregaron a la comunidad del barrio Miramar el resultado de su trabajo, denominado ‘Puentes Seguros para Caminar en Paz’. Cientos de niños y niñas, que habitan en esta zona vulnerable de Buenaventura, acompañaron esta jornada, portando camisetas blancas y globos blancos en símbolo de Paz y de Reconciliación.
A este acto asistieron el director Programático de la ACR, Esneyder Cortés; la gerente de reintegración social del Programa de Reintegración con enfoque Comunitario de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Cristina Alzate; la coordinadora del Grupo Territorial ACR Valle, Rocío Gutiérrez y la presidente de la JAC del barrio Miramar, Sonia Mesa. También contó con el acompañamiento de la MAPP-OEA, Policía Valle, Fundación Sociedad Portuaria de Buenaventura, el Club de Leones y comunidad en general.
“Es muy grato ver que las nuevas generaciones están presentes en este evento y pueden ser testigos de cómo los adultos generan acciones de Reconciliación y sepan que hay nuevas posibilidades para aquellos que dejaron las armas y le apuestan a la paz”, expresó el Director Programático de la ACR.
La iniciativa de Servicio Social ‘Puentes seguros para caminar en Paz’, fue liderada por la ACR, a través del Grupo Territorial Valle, con el respaldo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional Migraciones (OIM). También contó con el apoyo de la Fundación Sociedad Portuaria de Buenaventura, el Club de Leones, la Alcaldía Distrital de Buenaventura, Universidad del Valle y Universidad del Pacífico, y la comunidad del barrio Miramar.
“La comunidad agradece porque nos lo han demostrado y nos dicen: ‘que Dios nos bendiga’. Los niños se alegran cuando nos ven. La sociedad debe darnos una segunda oportunidad, ver que hemos cambiado”, asegura Libardo, una de las personas en Reintegración que aportó con este Servicio Social, que sigue transformando vidas en zonas de bajamar de Buenaventura.