La Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) formalizó culminación del proceso de reintegración de 72 personas en Santander, un avance significativo en la construcción de paz y en el fortalecimiento de los proyectos de vida de quienes retornan a la legalidad. Bajo un enfoque transversal que promueve el respeto por los derechos humanos, la equidad de género, la inclusión social y la territorialidad.
Estas personas están ubicadas en los municipios de Barrancabermeja, Bucaramanga, Simacota, Matanza, Floridablanca, Piedecuesta, Girón, Lebrija, Galán, Sabana de Torres y en el sur de Bolívar.
El acto conmemorativo se desarrolló en Barrancabermeja y contó con la participación presencial de seis culminados, quienes recibieron un reconocimiento por su disciplina y compromiso durante su tránsito hacia la vida civil. Este espacio reafirmó el impacto social de la reintegración como un proceso transformador que contribuye a la seguridad, la convivencia y el desarrollo comunitario.
“Se puede llamar culminación, pero también se puede llamar inicio porque esto es de etapas, culminamos un proceso, pero iniciamos otro. Para nosotros es supremamente importante el acompañamiento institucional, espero que más personas se sumen a este proceso que es exitoso y transforma la vida de las personas y aporta a la sociedad” expreso Giovanny Rincón, culminado del proceso de reintegración.
La ceremonia incluyó un componente simbólico compuesto por tres estaciones —decisión, transformación y propósito— que invitó a la reflexión sobre el respeto por los derechos humanos y el fortalecimiento de las capacidades personales y familiares adquiridas durante el proceso.
En un gesto de compromiso, cada culminado encendió una vela como símbolo de su disposición a continuar trabajando por la paz y el bienestar en los territorios. La jornada finalizó con la entrega de resoluciones y diplomas, acompañada de una intervención artística a cargo de la Secretaría de Cultura y Patrimonio de Barrancabermeja.
Para la ARN, este logro representa una muestra clara de que la reintegración es un camino posible, sostenible y con resultados verificables. Las personas culminadas hoy siembran confianza y esperanza, demostrando que transformar la historia es posible cuando existen decisión, acompañamiento institucional y un propósito común: la paz en Colombia.